Aquí tenemos el que fue sin duda uno de los mejores juegos de la Playstation 1 y uno de los mejores a los que he jugado nunca.
Vino de la mano del genio de Hideo Kojima y fue sin duda el juego que acabó de asentar las bases (ya introducidas en anteriores entregas) sobre lo que serían los futuros juegos de infiltración y espionaje.
En el conoceríamos al que sería uno de los personajes más queridos y carismáticos de los videojuegos, el gran Solid Snake.
En el juego controlábamos a este, cuya misión era detener un atentado terrorista organizado por el grupo militar FoxHound que planeaba atacar con el nuevo arma de destrucción, el Metal Gear Rex, desde la base de Shadow Moses en Alaska.
La gracia del juego estaba en infiltrarte sigilosamente en la base sin que te vieran, eliminando a los enemigos sin llamar la atención, escondiendo los cuerpos, sorteando sistemas de seguridad..si te detectaban tenias que huir y esconderte o estabas acabado.
Estábamos solos pero podíamos comunicarnos con nuestros aliados a través del Codec, una especie de radio, para recibir instrucciones o pistas (muy ingenioso).
El argumento nos iba presentando poco a poco a los carismáticos personajes (tanto buenos, malos como alguno por definir) e iba enganchándonos casi sin darnos cuenta a su gran historia con sus sorpresas y giros argumentales.
Lo que más me gusto del juego en su día fue el nuevo concepto de infiltración (lo puñeteramente listos que eran los soldados enemigos) y los espectaculares y geniales combates con los jefes finales : Ocelot, Psycho Mantis, Liquid, Raven, el Tanque, el Hint...en especial el Ninja-Cyborg y el Metal Gear.
No habría que olvidarse de la sensacional banda sonora, sus pegadizas melodías y las acertadas voces de los actores (aunque me gustaban más en ingles).
Recomendaría a todo aquel que desconozca la saga Metal Gear (si lo hay) que jugase a este juego, de lo contrario se perdería una de las grandes joyas que nos ha dado el mundo de los videojuegos.
Valoración : Genial
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